sábado, marzo 05, 2011

LuGArEs

Vuelvo una vez más a mi pieza de adolescente, último mes de verano en Chile, mi pieza ha cambiado y junto con ella también la mujer que la habita ahora a temporadas. Solía tener la pared de esta pieza tapizada en fotos, se han ido despegando y quedan unas pocas, el velador ha ido mutando de lugar, según la necesidad de quien ordena la pieza, pero sigue siendo acogedor y tranquilo llegar a este lugar. Me pregunto dónde uno realmente se siente bien, tampoco soy una mujer con taaaaanta experiencia en la vida, como para llegar a una conclusión absoluta ahora, pero ha medida que ha pasado el tiempo he ido ligando el sentirse bien a la experiencia de aquellos con los que te encuentras y cómo tu te enfrentas a ellos, lugares y personas. Hay lugares que de una te hacen sentir un "hey! aquí no se por que extraña razón me siento tranquila", me pasó en Kerala, en la India, no fue algo místico ni nada, estaba con mucho calor, un calor cómo nunca he sentido, me bajé del avión preguntándome si la turbina seguía prendida, salí después de esperar mucho rato mi maleta a encontrarme con la gente que me venía a buscar, estuve una hora o más esperando, y nadie apareció, la única palabra que entendía era "TAXI" a la que yo no respondía, albergando aún la esperanza de que apareciera la persona que viniese por mí..... no apareció, finalmente en un tarzanesco inglés un Hindú me llevó en su ritcho (esos taximotos) en busca de un Internet para buscar el teléfono de alguien de la organización del festival al que iba, mientras sacaba fotos con mi teléfono, recordé que tenía unos emails guardados en el teléfono y zas! apareció el celular de la persona que debía recogerme, el chofer lo llamó y le habló de mi y me llevó hasta el hotel "Horizon", (que dicho de paso recomiendo si van a Trivandrum) y finalmente llegué al centro de Trivandrum








..... de eso ya pasaron días
maravillosos en La India, caminatas diarias entre un mar de gente llena de colores, calles sin transito, policías que se reían, hombres que fumaban en las esquinas, adolescentes en grupos siempre riendo, niños visitando museos en masa, parques con hombres y mujeres tirados en el pasto, albergándose en la sombra de árboles que bajaban el calor, el mar arábico, la puesta de sol que lo dejaba como la imagen de una media naranja, y una luna inmensa que iluminaba la costa del sur de la India. Sin saber nada de esa gente, me sentí tranquila, cuando retorné quedaron en mí las ganas de regresar y la certeza de haber estado en un lugar que extrañamente me hacía sentir parte de él.





Creo que tiene que ver con quienes te encuentras en un lugar, y también cómo los encuentras tú a ellos, cómo te paras frente a un lugar, creo en las segundas oportunidades, creo en no quedarse con una primera impresión, a veces es uno el que se cierra y mal que mal es mejor mirar dos veces las cosas y también a las personas, incluso con uno
mismo...... en mi último viaje aprendí algo "crecer es cambiar".......... yo he cambiado y creo que hasta el momento ha sido bueno

No hay comentarios.: