Día extraño el de hoy, y aquí he terminado mi día tomando un café donde he tomado miles, siempre o la mayoría de las veces sola, estoy en el café de la esquina de mi antiguo departamento, y de aquel lugar en que un día se me fue de la vista al que quiero ahora llene mis días de alegría y por supuesto yo alegrar los de él, ya se siente la primavera y debo decir que esta primavera es o está siendo diferente, pues sonrío más, aunque estoy nerviosa de lo que puede venir, que quiero que resulten las cosas, la ansiedad a veces nos juega malas pasadas, no quiero estar ansiosa, quiero estar calmada, y esto de escribir en este blog me la quita un poco......... he hecho el ejercicio de revisar algunas entradas antiguas y debo decir que un poco o bastante de mi vida está acá y no siento pudor, pues que nada que las cosas se comparten, salvo aquellas que quedan dentro mío y que en alguna ocasión comparto, pero no tanto, en fin, esos secretos que sólo yo se y que me hacen llorar y reír cuando los recuerdo y nadie sabe que es aquello que me hace reaccionar con llanto o risa, y prefiero que siga así, no concibo mi vida de otra forma, no me concibo distinta, no me veo carreteando como desaforada, prefiero este lugar, que aunque parezca una vitrina (ya que a mi lado hay un gran ventanal) estoy tranquila escribiendo lo que necesito después de tomar un café, servirme un pedazo de torta mocka-chocolate y terminar mi vaso de soda............barrio bellas artes, dos años me albergué por estos lares, ahora vuelvo de vez en cuando a tomar un café y pensar, escribir y soñar con ese día que espero estar vestida con un lindo vestido amarillo que convine con mis zapatillas
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